El Ratón Pérez

Ratón Pérez en goma eva
Ratón Pérez en goma eva
El Ratoncito Pérez es un personaje de leyenda muy popular entre los niños españoles e hispanoamericanos. Al igual que el hada de los dientes de los países de habla inglesa, cuando a un niño se le cae un diente lo coloca debajo de la almohada mientras duerme y, según la tradición, este personaje se lo cambia por un pequeño regalo o por monedas.

Esta tradición es prácticamente universal aunque adopta formas diversas en distintas culturas. Se le reconoce como "Ratoncito Pérez" en los países hispanohablantes, con la excepción de algunas regiones de México, Perú y Chile en donde se le dice "el Ratón de los dientes" y en Argentina, Venezuela, Ecuador Uruguay y Colombia simplemente "El Ratón Pérez". En Francia se le llama "Ratoncito" (la petite souris), en Italia se le conoce como "Topolino", "Topino" (Ratoncito) o "Fatina" (Hadita). (1)

En algunos países asiáticos, como la India, Japón, Corea y Vietnam, cuando un niño pierde un diente, es costumbre que lo lance al techo si viniera de la mandíbula inferior, o en el espacio debajo del piso si viniera de la mandíbula superior. Mientras se hace esto, el niño expresa un deseo de que el diente se sustituya por el diente de un ratón. Esta tradición se basa en el hecho de que los dientes de ratones crecen durante toda su vida, una característica de todos los roedores. En Japón, el hecho de lanzar el diente en la dirección contraria a la mandíbula de donde se cayó, viene de la idea de que los dientes entrantes crezcan derechos.

Si bien existió una historia sobre el Hada de los Dientes, la del Ratoncito Pérez nace en 1894, cuando desde el Palacio Real de Madrid, le solicitaron al jesuita Luis Coloma un cuento para alegrar al príncipe Alfonso XIII al que se le empezaban a caer los dientes de leche.

El jesuita (miembro de la Real Academia y escritor un tanto reaccionario) pensó en un personaje, un ratón, que vivía con su familia en una caja de galletas “Huntley” en el almacén de la confitería de Prast. Esta confitería (C/ del Arenal nº 8) se encontraba, casualmente, a escasos 200 metros del Palacio Real, residencia habitual del príncipe y su familia.

Muchos años después, más precisamente el 5 de enero de 2003, el ayuntamiento de Madrid colocó una placa que recuerda el lugar donde vivió el pequeño ratón. (2)




Frente y dorso de nuestro proyecto
Partiendo de la historia del Ratón Pérez, que a la actualidad cumpliría 122 años, es que les traemos esta artesanía realizada en goma eva, para que los niños le dejen su diente de leche en el bolsillito frontal y el Ratón Pérez les devuelva una sorpresa en el bolsillo de la faz posterior.
La idea original no es propia, pero los moldes si. Por consiguiente, pueden obtenerlos en el archivo PDF.
Realzar las orejas y cara, así como los bordes de la goma Eva con tempera. Los ojos y cejas se dibujan con marcador negro.



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Fuentes:

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